La provisión de minerales, petróleo, la fertilidad de los suelos, la productividad de las pesquerías, la disponibilidad de agua y aire de calidad, la belleza paisajística de interés turístico, la polinización de cultivos y la protección contra movilizaciones de masas e inundaciones, son ejemplos de Capital Natural.
Nuestros sistemas productivos y estándar de vida se sostienen a partir de insumos de energía y materiales que se originan en reservas de activos de Capital Natural. Medir el Capital Natural permite tomar decisiones informadas para un futuro más sostenible.
Más de 80 países usan el Sistema de contabilidad económico ambiental, SEEA (System of Enviromental Economic Accounting), desarrollado por las Naciones Unidas, que reúne información económica, ambiental haciendo visibles las contribuciones de la naturaleza a la economía y a las personas, permitiendo contar con estadísticas internacionales comparables.
El sistema comprende dos estructuras fundamentales de cuentas monetarias, SEEA-CF y SEE-EEA.
“Las cuentas monetarias del SEEA CF y SEEA EA se basan en el uso de transacciones a valor de cambio para la estimación del valor de los flujos y los activos naturales asociados a Servicios Ecosistémicos de aprovisionamiento, regulación (captura y secuestro de carbono), culturales (recreación) y recursos abióticos (energéticos y mineros). Otros servicios de regulación pueden ser valorados a través de los métodos de costos evitados o costos de reposición”*
Marco Central del Sistema de Contabilidad ambiental, SEEA-CF (por sus siglas en inglés).
Desarrollado en 1993 y actualizado en 2012.
El SEEA-CF es una herramienta de análisis del Capital Natural desde la perspectiva de stocks individuales de recursos, evaluando cambios de stock en el tiempo a través de tablas de oferta/uso.
Sistema de Contabilidad de Ecosistemas, SEE-EEA (por sus siglas en inglés).
Desarrollado en 2021.
El SEE-EEA es complemento de SEEA-CF, y a diferencia de este, considera los activos ambientales como parte de procesos naturales en un área específica, introduciendo una perspectiva espacial.
La SEEA es una guía que integra información económica, ambiental y social en un único coherente sistema de toma de decisiones holístico.
Entre los proyectos que han realizado medido y valorizado el Capital Natural y los Servicios Ecosistémicos, hay uno que evalúa los servicios del microbioma marino, uno que determina el valor económico de la Zona Costera en distintos escenarios de gestión, otro que cuantifica los servicios del bosque nativo, y orienta propuestas de políticas para su mantenimiento y restauración, entre otros.
Los primeros esfuerzos por valorizar el Capital Natural e incorporarlo a la contabilidad nacional nacen desde la academia.
CIEPLAN y su proyecto pionero – 1991
En la actualidad, hay un consenso sobre el papel crucial que el Capital Natural desempeña en el sostenimiento de los sistemas productivos y en la mejora del estándar de vida de la población a nivel mundial. A pesar de la relevancia reconocida del capital natural, los patrones de producción y consumo han generado su declive, poniendo en peligro la propia base que sostiene al sistema socio-económico y el bienestar humano.
Iniciativas particulares – 1985 a 1996
En la actualidad, hay un consenso sobre el papel crucial que el Capital Natural desempeña en el sostenimiento de los sistemas productivos y en la mejora del estándar de vida de la población a nivel mundial. A pesar de la relevancia reconocida del Capital Natural, los patrones de producción y consumo han generado su declive, poniendo en peligro la propia base que sostiene al sistema socio-económico y el bienestar humano.
Primeras iniciativas institucionales – 1990 – 2000
En la actualidad, hay un consenso sobre el papel crucial que el Capital Natural desempeña en el sostenimiento de los sistemas productivos y en la mejora del estándar de vida de la población a nivel mundial. A pesar de la relevancia reconocida del Capital Natural, los patrones de producción y consumo han generado su declive, poniendo en peligro la propia base que sostiene al sistema socio-económico y el bienestar humano.
En lo que respecta a las cuentas de bosque, se estimaron:
El primer plan de desarrollo ambiental en Chile, “Plan Nacional de Cuentas Ambientales”, fue desarrollado en 2015 por el Ministerio del Medio Ambiente.
El plan buscó implementar un sistema integrado de contabilidad económica-ambiental.
Tuvo como objetivo responder a las necesidades de las estrategias sectoriales y demandas nacionales, orientando así las políticas públicas en programas ministeriales relacionados con el medio ambiente para promover el logro de los objetivos de desarrollo sostenible.